sábado, 20 de julio de 2013

Algo natural.

        "La sonrisa de un niño es la pureza de Dios" Anónimo

       Una vez escuche la historia de una persona muy especial, persona a quien la  mayoría de la gente que se encontraba a su alrededor apreciaba, admiraba y siempre mostraba una gran sonrisa cuando aquel chico se les acercaba con su natural desparpajo y simpatía. Sin decir más su vida era feliz, ya que por ser como era, hacía sentir bien a los demás.

       Sabiendo él que no todo en la vida es perfecto, tenía como escudo esa sonrisa que ante todos le hacía pasar desapercibido, creyendo así que en su diccionario la palabra problema, tristeza o preocupación, no se encontraba por ningún lado; lo curioso de esto es que en su cabeza en algún momento una o todas esas palabritas si aparecían, solo que nuca se le veía y tampoco era su deseo hacerlo notar.
       Así, se remitía simplemente a esperar que "la cosa" pasara, pues sabía que era algo de a ratos, y que la cotidianidad de su vida en poquito tiempo volvería; hasta que una vez, se sentía muy extraño, pues pasaba ese pequeño lapso y nada que desaparecían aquellas palabritas. Increíblemente la solución le pasaría por el lado, con carita tierna y mirada al suelo dando señal de una pena natural; ese sería el gran aliento para comprender que, aunque un poco tarde, la vida seguiría corriendo a su ritmo normal.
      Una niña de hermoso cabello largo, piel morena, chiquita, pues su edad, que debe rondar los cinco o seis años, no le permitía mas, con una carita inocente y con aquella ternura de una chica que está simplemente preocupada por jugar con sus muñecas o estar detrás de la falda de su mamá, le permitió entender a aquel muchacho que por más que tarde en pasar algo raro en tu vida, siempre saldrá una solución, o por lo menos llegara la manera de alegrarte el momento y hallar con la causa para salir de eso que te fastidia, que esa pena tan común en todos los niños al mirar a un adulto y así bajar su cabecita es el síntoma más bello de un alma tan pura como la suya, que puede haber cien choques en la acera del frente, pero mientras tengan sus juguetes en mano no habrá problema alguno que les distraiga, así su alrededor este lleno de adultos preocupados por ese accidente tan lamentable.
       Sin más que acotar, lo único que les puedo recomendar es que cuando sientan que 
algo no está bien y que la vida no parece estar de su lugar, vean la carita del primer niño que  les pase por el lado, allí entenderán de verdad, todo las letras que en esta nota, trate de explicar.

Es la vida, son vivencias.

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